sábado, abril 01, 2006

In eternum

Anoche morí.
En mi lenta agonía de meses atrás,
he contado con tu apoyo y tus regañinas.
Han sido meses donde, el dolor de mi enfermedad,
ha sido mitigado por tu caricia breve,
por tu latigazo etéreo,
por la risa queda.

Anoche, presenciaste mi agonía final,
mis últimos estertores.
Allí estuviste tú, y sentía tu tristeza (la del adiós),
tus lágrimas de aire, tu grito clemente suplicando silencio
para el último moribundo,
para mí.

En mi delirio acertaba a leer tus frases de súplica.
Pero sólo tú fuiste consciente de mi tránsito hacia la vida
corporal y de mi renuncia a los reyes catódicos.

Te estoy agradecido, y lo digo con una sonrisa porque sé que no te gusta leérmelo, pero es lo que, en realidad, siento.
Agradezco esas noches de charlas tensas, de debates fructíferos,
de diatribas y de abrazos.
De confesiones profundas (más mías, es cierto), y de besos sin saliva que, aún así y todo, me hicieron sentir tu sal y tomar conciencia de lo diatérmano de mi cuerpo.

Siempre he sabido (y lo sigo sabiendo), que no fuiste mía (ni nunca lo pretendí, ni falta que hace),
pero esos momentos en que las ventanas se cerraban y nos quedábamos a solas, aquellas noches de íntima intimidad,
es lo único que quiero llevarme a mi otra vida, a mi única vida.

Ya vives en mí...

Conociéndote te he ido asimilando y, a cada “digiere” tuyo, lo que engullía, en realidad, era un poco de ti.
No vomité y, sin embargo, no me siento saciado.

Te vi anoche junto a mi lecho de ese hospital general,
sólo tú me lloraste; sólo a ti esperaré a este lado.
Cuando mueras no estaré para verlo pero seré el primero en darte la bienvenida. Nunca te esperé pero, desde anoche, te espero.
In perpétuum y radiante, beso tu boca y suelto tus manos para recibirte con un abrazo.

In eternum…

5 Comments:

Blogger nada más que decir said...

yo... no tengo palabras, me encanta, me recuerdas... me gusta sentir lo que se siente al leerte
besos y sonrisas

10:30 p. m.  
Blogger mirada said...

Después de la emoción inicial, arrastrada por una maravillosa sorpresa, vuelvo a leerte, ya sin trabas, sin prejuicios y abierta a recibir objetivamente tus palabras, para poder comentarte desde mi absoluto ser que tus palabras llegan profundamente, producen una imagen entre la melancolía y el presente lleno de esperanza, una limpieza del yo, una decisión madura, una calma por tanto, dando gracias al camino realizado. Un hombre completo. Una mujer completa.
Más personal, te diré que me has hecho reflexionar y encontrarme con mi propia decisión, no pensada conscientemente pero si efectuada.
Sabes que te quiero mucho, y que te guardo siempre. Estoy muy contenta y orgullosa de ti. Enhorabuena por el comienzo. Mil besos, cielo.

2:03 p. m.  
Blogger mirada said...

¿son rayos catódicos, no? ;-)

2:05 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

No hace falta?

7:38 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

La redacción transparente, rica en matices de dolor, adoro esa habilidad tuya, aún en tu muerte estas seguro del paso dado, de la mano baldía.
Por cierto, si algún diá me recibes en el más allá, no sueltes mis manos, no abraces mi cuerpo....fundeme al tuyo y acariciame con tu susurro templado, no abrá mejor recibimiento.
Olimpia.

10:41 p. m.  

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