sábado, abril 01, 2006

Dedicatoria.

Esas letras que en ti hoy pongo (sin habértelas pagado),
levantarán mil olas en tus mares inconexos.
De tus ojos brotarán como ríos de lamento y,
como ríos de deseo, por tus muslos fluirán.

Porque ellas, bailando el adagio de la vida (como debe ser),
me llevarán a tu recuerdo.
Y al pensarme ese ínfimo momento,
sentirás la magia de lo que pudo haber sido nuestro penúltimo sueño.

2 Comments:

Blogger mirada said...

y si...

2:54 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

En ese breve instante me perdí, y llegue de nuevo. Me imaginé:
Invadida de Adaggios in crescendo-vibrante,allegro molto vivace, largos apassionatos, en manantiales de futuros y pasados acordes, convulsa, esculcando cada supervivencia, con el aróma de mil Babilonias en mi mente, con la música en fuga de silencios...deliciosa partitura de sueños, que engañan al paladar más ingrato y selecto, e hicieron desbordarse los torrentes de mi cuerpo caprichoso (las mentiras muertas)...y de mi mente maremotos de nostalgías perseguidas por el engaño de imaginar el regreso de una sonata que vive sóla en el pensamiento.

Sólo una razón me llevo a la fantasía absurda del comienzo...intentar comprender el porqué de aquel penultimo sueño.
Y en ese instante me respondí; que no puede haber finales en los sueños ni respuestas y que después de nosotros...

"Aquí estoy. Nunca me fui.
Antes de ti, no era.
Después de ti...
sólo nos queda el somos"
A. Becerra.


Fuimos.
Ahora regresemos.
Sin sueños. Olimpia.

12:44 a. m.  

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