lunes, marzo 07, 2005

En el mar ya vivo

Verano.
Cálida noche de verano.
Escucho el rumor del mar, tan cerca....
Me acerco a él.
Mis pies desnudos se hunden en la arena y me acomodo entre dos rocas. El mar, cercano, empapa la playa. Y suena mi teléfono.
Tu voz, íntima, se mezcla en mi cerebro con el rumor del mar. Él acompaña tus palabras. Me hablas con la misma cadencia que el mar muere en la playa. Es un acompañamiento perfecto.
Me tumbo en la arena.
Ahora puedo ver las estrellas..., puedo ver la luna. Mis palabras se encadenan a las tuyas. Se mezclan, se atan sin guión establecido. Se anudan, se entrelazan, se aceleran. La marea va subiendo y las olas golpean, rítmicamente, la fina linea de la playa. Tus palabras golpean, rítmicamente, la nuca de mis deseos.
Y la sangre fluye..., arde. Y el mar bate con más fuerza.
Tus palabras se concatenan, y mi cuerpo se hincha, se llena de sangre.
La espuma de las olas aumenta y su rumor.
Tu voz suena temblorosa...cercana.
Escucho tu voz, las olas, mi sangre circular...mi respiración.
Aumenta el ritmo.
El mar ruge, me salpican sus olas. Tu voz quebrantada grita de placer. Las estrellas me bailan. La luna sonríe.
Y, con un estruendo, el mar revienta la playa. Las estrellas chocan con la luna. Tu garganta arranca un gemido eterno y mi sexo me estalla en la mano....
Semen que se funde con la espuma del mar, que se va mar adentro.
¿Alimento de los peces?
En el mar ya vivo.

2 Comments:

Blogger mirada said...

La metáfora "en el mar ya vivo"
ese vivir, ese "ya", reúne toda la fuerza y belleza que transmites a lo largo de este relato, alimento de peces, alimento de nuesta mente diría yo, alimento siempre ansiado...
"Tus palabras golpean, rítmicamente, la nuca de mis deseos" exquisito...

4:55 p. m.  
Blogger Simplemente Olimpia. said...

Discrepo sin evadirme...por qué te empeñas en hacer una opulencia ostentosa del deseo y te agasajas a tí inmaculado?
Olimpia.

12:58 a. m.  

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